Por Rubén Vázquez y Ricardo Vázquez
Las tensiones políticas entre los tres anfitriones, aunado a las fricciones internas entre iniciativa pública y privada en su celebración han sembrado la duda de si el país está realmente listo para atender la justa deportiva.
A menos de 365 días de iniciar el quizá segundo evento deportivo más importante del mundo, organizado por primera vez de manera tripartita por Canadá, México y Estados Unidos, los cuestionamientos, dudas e incertidumbres se hacen más latentes con cada paso más cercano a la noche inaugural del 11 de junio de 2026 en el Estadio Azteca.
Hace unas semanas el medio especializado ESPN ya hacía eco de algunas tensiones respecto a la sede inaugural, mientras que en redes sociales se difundió el rumor sobre un posible recorte en el número de partidos en suelo estadounidense por parte de la FIFA, ante el clima de hostilidad hacia la entrada de algunas nacionalidades y la deportación de inmigrantes, principalmente de origen latinoamericano, lo cual ha producido choques en varias ciudades.
Precisamente a propósito de las leyes antimigración del gobierno de Donald Trump, las amenazas arancelarias y la guerra comercial, la relación entre los gobiernos de las tres naciones organizadoras ha parecido entrar en una fase delicada, al menos ante el ojo público; sin embargo, entre los involucrados en la organización mexicana ha primado un espíritu de cooperación y amistad con sus contrapartes, no por nada el esposo de la presidenta a su homólogo canadiense Mark Carney al regalarle un balón decorado con arte wixárika durante el marco de la reunión del G7.
Inversión millonaria y numerosos filtros
A casi un mes de encender el reloj de la cuenta regresiva, las autoridades de las tres sedes mexicanas: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey han refrendado su compromiso para junto a la participación de capital privado llevar a cabo la fiesta futbolística sin contratiempos.
La alcaldesa de la capital Clara Brugada, ha confirmado una inversión de más de seis mil millones de pesos en obras de infraestructura, agua, seguridad y movilidad, que incluye la puesta en marcha de iluminación en 48 km a la redonda del centro histórico, la apertura de ciclovías y el mejoramiento en el acceso a la movilidad integrada de la ciudad, con nuevas unidades de autobuses, trolebuses y trenes, a la que se suma la remodelación del Aeropuerto Internacional Benito Juárez con una inversión de 8 mil millones de pesos, el cual junto a los aeropuertos de Toluca, Cuernavaca y el AIFA ha sido elegido como aeródromo estratégico en convenio con la FIFA.
La perla tapatía no se queda atrás, pues los gobiernos tanto estatal como municipal han previsto obras valoradas por 450 millones de pesos para la renovación de la urbe y municipios de su área metropolitana, la cual contempla obras de ampliación y renovación de carreteras, transporte y espacios públicos emblemáticos.
Por su parte Samuel García, gobernador de Nuevo León ha presumido de una “inversión histórica” para la sultana del norte y municipios colindantes como Guadalupe en lo que refiere a una renovación y revitalización del primer cuadro de Monterrey, infraestructuras nuevas, espacios, transporte, seguridad, la ampliación del aeropuerto internacional, la conexión con Texas a través de una carretera y al igual que en el caso del Azteca y el Akron, la modernización del Estadio Monterrey.
Seguridad, el principal desafío
Con el escrutinio nacional e internacional puesto en la materia de seguridad del país, haciendo especial énfasis en Guadalajara, la titular del gobierno mexicano ante la FIFA, la citada Gabriela Cuevas, ha asegurado que el país ya se encuentra inmerso en un plan de seguridad que contempla a las fuerzas del orden de Canadá y EE.UU.
En la misma inversión gubernamental se ha contemplado un gasto específico para seguridad, que en el caso de Guadalajara supondrá el despliegue de 4,500 elementos bilingües y 300 Cyber Trucks.
Por otro lado, Cuevas ha puesto de relieve la creación de un grupo especializado en ataques terroristas y de delincuencia organizada, así como con materiales químicos, armas biológicas, radiológicas, nucleares y explosivos, para estar preparados ante cualquier situación.
Conectividad, eventos públicos e impulso al turismo
Con el arribo estimado de cientos de miles de turistas al país durante los meses de las justas deportivas, las ciudades anfitrionas se enfrentan también al desafío de garantizar la conectividad FIFA que incluyen aplicaciones digitales de movilidad y pagos, conectividad 5G, zonas cashless y soportes de realidad aumentada, áreas en las cuales las anteriores sedes, Rusia en 2018 y Qatar 2022 han puesto la vara alta.
Contemplando un aforo en las sedes de tan solo 846,000 espectadores, el equipo de Cuevas, la Secretaría de Cultura y la de turismo, así como las autoridades municipales de cada ciudad se han enfocado en llevar el espíritu deportivo a cada rincón del país; la misma Clara Brugada ha mencionado la puesta en marcha de una iniciativa de la FIFA, el FanFest, con la cual busca organizar eventos gratuitos y públicos que además sirvan como una ventana cultural del país.
A modo de conclusión, en palabras de la representante ante la FIFA, “México está ya casi listo, en la recta final… para que el mundial se convierta en una plataforma para darle mayor potencia al turismo, la economía, y la cultura, un mundial que haga a México te vayendo todavía mejor”.
